Sin sacerdocio no habría Eucaristía

Hoy es un buen día para decirle esto a tus hijos: para decírselo con toda claridad.

Sin no hubiera sacerdotes, no tendríamos a Jesús entre nosotros. Ahora Jesús está presente en su Iglesia de maneras muy variadas:

1. Está presente en la Eucaristía de la manera más intensa. Se dice que es la presencia por antonomasia: está presente real y sustancialmente con su cuerpo, con su alma, con su sangre y su divinidad. Está tan presente como estáis tú y ellos hablando de estas cosas: está escondido bajo las apariencias del pan. Si no hubiera sacerdotes, Jesús no estaría en la Eucaristía.

2. Jesús está presente también en los cristianos: al recibir la comunión los cristianos somos como los granos de uva o como las espigas de trigo, que procedemos de viñas o de campos lejanos entre sí, pero que se convierten en un solo vino y en un solo pan. La Eucaristía realiza en nosotros la Comunión: nos hacemos hermanos en Cristo. Pues si no hubiera sacerdotes no habría Eucaristía y tampoco Comunión entre nosotros.

3. Si no hubiera sacerdotes, no habría Iglesia. ¿Qué pasaría si solo hubiera mujeres? Una sociedad de solo mujeres no sería plenamente humana. Al final no podrían venir los hijos ni habría posibilidad de fundar familias. La sociedad se terminaría. Pues si no hubiera sacerdotes tampoco habría Iglesia, que no podría crecer y acabaría muriéndose.

Por eso, explícales hoy que es necesario venerar a los sacerdotes porque ellos son Cristo, incluso cuando se han portado mal y no han sido dignos.

Explícales que a pesar de los malos ejemplos de algunos, a lo largo de los siglos los sacerdotes han traído a Cristo a la Iglesia y son más los buenos ejemplos que los malos, aunque muchas veces no se vean. El mal hace mucho más ruido que el bien, sobre todo cuando hay gente que está buscando ocasiones para proclamar a los cuatro vientos que algún sacerdote ha caído.

En este año sacerdotal intenta que tus hijos sientan un gran amor por el sacerdocio.

Publicado por Don Joan